Características del Síndrome de Pinzamiento Subacromial
¿Has notado que te duele el hombro al levantar el brazo? ¿O quizá sientes rigidez o un chasquido cuando haces ciertos movimientos? Si es así, podrías estar experimentando el síndrome de pinzamiento subacromial. Este síndrome es más común de lo que podrías pensar y puede ser bastante limitante si no se trata a tiempo. Para ayudarte a entenderlo mejor, vamos a explorar sus causas, síntomas, tratamientos y lo que podría suceder si no se trata adecuadamente.
¿Qué es el síndrome de pinzamiento subacromial?
Ésta es una condición que afecta el área entre el acromion (el cual es parte del omóplato) y los tendones del manguito rotador. Los cuales son fundamentales para el movimiento del hombro.
La clave del problema radica en que el espacio subacromial se reduce, provocando fricción e irritación en los tendones y las bolsas sinoviales, que son pequeñas bolsas llenas de líquido que ayudan a amortiguar las articulaciones.
El síndrome puede aparecer por diversas razones. Una de las causas más comunes es el uso excesivo del hombro en actividades que requieren levantar el brazo por encima de la cabeza repetidamente. Este tipo de movimientos es común en deportes como la natación, el béisbol o el tenis, así como en trabajos que implican esfuerzo físico, como la construcción o la carpintería.
Otras causas pueden ser anatómicas o degenerativas. Con el tiempo, la articulación del hombro puede desarrollar espolones óseos o cambios que reducen aún más el espacio subacromial, lo que empeora la compresión. En casos extremos, si la fricción constante genera desgarros en los tendones del manguito rotador, esto se puede tornar en un problema serio el cual requerirá intervención quirúrgica.
¿Cuáles son las características del Síndrome de Pinzamiento Subacromial?
El síntoma más evidente del síndrome de pinzamiento subacromial es el dolor. Dicho dolor es constante o se presenta sólo al levantar el brazo.
Pero generalmente se agrava a cómo se va usando el hombro. A medida que el problema empeora, el dolor puede volverse más intenso y dificultar las actividades diarias. Es muy común sentir este dolor más fuerte por la noche o al dormir.
Otro síntoma clave es la limitación del rango de movimiento. Las personas con este síndrome pueden tener dificultades para mover el brazo de ciertas maneras, especialmente hacia arriba o hacia atrás. Tareas simples como abrocharse un sujetador por la espalda o alcanzar algo en un estante alto pueden volverse complicadas. Esta falta de movilidad puede afectar la calidad de vida y hacer que las actividades diarias se vuelvan más desafiantes.
El síndrome de pinzamiento subacromial también puede causar debilidad en los músculos del manguito rotador. Con el tiempo, esta debilidad puede hacer que el brazo pierda fuerza, lo que puede afectar el rendimiento deportivo o la capacidad para realizar trabajos físicos. Además, si se llegan a escuchar ruidos en el hombro, esto es un síntoma de que hay un problema aún mayor. Estos sonidos generalmente indican fricción entre los tendones y el acromion debido al estrechamiento del espacio subacromial.
La rigidez articular es otro síntoma frecuente. Las personas con este síndrome pueden sentir que el hombro está “trabado” o que no se mueve con fluidez. Esto puede ser particularmente molesto por la mañana o después de períodos prolongados de inactividad. Además, la rigidez puede agravar la limitación del rango de movimiento y hacer que el dolor sea más intenso.

¿Cómo se cura el pinzamiento en el hombro?
El tratamiento para el síndrome de pinzamiento subacromial puede variar según la gravedad del problema y la respuesta del paciente a los tratamientos conservadores.
El primer paso suele ser reducir la actividad física que pueda estar agravando el dolor. Esto significa no realizar movimientos que puedan ejercer presión sobre el hombro, de manera que los músculos no descansen y no se reduzca la inflamación.
El uso de compresas frías o bolsas de hielo puede ser útil para controlar el dolor y la inflamación. Aplicar frío durante 15 a 20 minutos, varias veces al día, puede proporcionar alivio temporal y ayudar a reducir el dolor. Además, los medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno o el naproxeno pueden controlar el dolor, y reducir la inflamación.
La fisioterapia es un componente fundamental del tratamiento. Un Traumatólogo puede crear un plan de ejercicios diseñado para mejorar la flexibilidad y fortalecer los músculos del manguito rotador, el cual será ejercido por un fisioterapeuta. Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento pueden ayudar a restaurar el rango de movimiento y prevenir futuras lesiones. Además, un fisioterapeuta puede enseñarte cómo hacer movimientos sin causar daño adicional al hombro, lo que es esencial para una recuperación exitosa.
En situaciones más preocupantes, los médicos pueden recomendar inyecciones de corticosteroides. Esto reducirá la inflamación en el espacio subacromial. Estas inyecciones pueden proporcionar alivio temporal y permitir una fisioterapia más efectiva. Sin embargo, si estas medidas no son suficientes, la cirugía puede ser necesaria. La artroscopia es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que permite al cirujano eliminar tejido extra o espolones óseos que estén causando la compresión.
¿Qué pasa si no se trata el síndrome de pinzamiento subacromial?
No tratar el síndrome de pinzamiento subacromial puede llevar a complicaciones serias. El dolor puede volverse crónico y dificultar las actividades cotidianas. Con el tiempo, la fricción constante puede causar desgarros en los tendones del manguito rotador, lo que puede requerir cirugía para corregir. La falta de tratamiento también puede conducir a problemas secundarios, como la bursitis, una inflamación de las bolsas sinoviales que rodean el hombro. Estos problemas secundarios pueden aumentar el dolor y la rigidez, agravando aún más el problema original.
El síndrome de pinzamiento subacromial no tratado puede conducir a cambios degenerativos en el hombro, como la artrosis, que puede ser irreversible y afectar permanentemente la función del hombro. Por estas razones, es crucial abordar el problema temprano para evitar complicaciones y recuperar la movilidad.
Si estás experimentando dolor en el hombro y crees que podrías tener síndrome de pinzamiento subacromial, es importante buscar atención médica. Puedes contactarnos a través de nuestras redes sociales o nuestra página web para agendar una cita y obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados. El tratamiento temprano puede hacer una gran diferencia y ayudarte a volver a tus actividades sin dolor.
