Que hacer si se tiene desgaste de cadera

¿Qué hacer si se tiene desgaste de cadera?

El desgaste de cadera es una condición que se presenta con diversos síntomas y signos que, al ignorarse, pueden afectar seriamente la calidad de vida. Aquí te diremos qué hacer en caso de que sospeches que lo estás padeciendo.

¿Cómo saber si tengo desgaste de cadera?

Para identificar si estás experimentando desgaste de cadera, el primer paso es acudir con un traumatólogo ortopedista certificado. Este profesional es quien realiza una evaluación adecuada y detallada. Para esto inicia con un interrogatorio exhaustivo para conocer tu historial médico, las enfermedades que padeces y los medicamentos que estás tomando. 

Esta información es crucial ya que algunas enfermedades crónicas, como la diabetes o la artritis reumatoide, influyen en el desgaste de las articulaciones. Al igual que ciertos medicamentos que afectan el sistema óseo.

El traumatólogo también llevará a cabo una revisión física completa durante la consulta. Esto incluye evaluar tu rango de movimiento en la cadera, notar si existe alguna limitación, inflamación o dolor al realizar ciertos movimientos. Es importante que prestes atención a molestias como dolor en la ingle, que suele ser un síntoma clave de desgaste de cadera, especialmente si aparece durante actividades cotidianas como caminar o subir escaleras.

Además de la revisión física y el interrogatorio, el traumatólogo te pedirá realizar estudios de imagen, como radiografías, que son esenciales para observar el estado de la articulación. Estas radiografías permitirán visualizar si hay pérdida del cartílago, la aparición de osteofitos (pequeños crecimientos óseos) o estrechamiento del espacio articular, lo que indicaría desgaste. 

Con toda esta información, el especialista podrá brindarte un diagnóstico preciso y guiarte hacia el tratamiento más adecuado para tu caso, ya sea conservador o, en casos más avanzados, quirúrgico.

¿Qué tipos de desgaste de cadera hay?

Existen diferentes tipos de desgaste de cadera y cada uno se clasifica de acuerdo con la severidad del daño que presenta la articulación. Para determinar qué tipo de desgaste tiene un paciente es necesario realizar una evaluación médica detallada con un traumatólogo ortopedista certificado. A continuación, se describen los cuatro tipos de desgaste de cadera:

1.       Desgaste tipo 1: En esta fase, el desgaste es leve. El cartílago de la cadera comienza a mostrar signos iniciales de deterioro, pero todavía mantiene gran parte de su función. Es común que las personas en esta etapa experimenten molestias ocasionales, especialmente después de realizar actividades físicas intensas, pero el dolor no es constante ni severo.

2.       Desgaste tipo 2: En esta categoría, el cartílago presenta un daño más avanzado. El espacio entre los huesos de la cadera comienza a reducirse, lo que provoca fricción entre ellos. Las personas con desgaste tipo 2 suelen experimentar dolor con mayor frecuencia. En especial al realizar movimientos repetitivos o actividades que exijan el uso prolongado de la cadera.

3.       Desgaste tipo 3: El desgaste en esta fase es más notable, con una pérdida significativa del cartílago y una mayor fricción entre los huesos. Los síntomas incluyen dolor constante, rigidez en la cadera y limitaciones notables en el rango de movimiento. En este punto, las actividades cotidianas como caminar o levantarse de una silla pueden resultar incómodas y dolorosas.

4.       Desgaste tipo 4: Esta es la fase más avanzada del desgaste de cadera. El cartílago prácticamente ha desaparecido, lo que provoca que los huesos se rocen directamente entre sí. Las personas con desgaste tipo 4 experimentan dolor intenso y constante, así como una severa limitación en el movimiento. En muchos casos, el tratamiento quirúrgico, como la colocación de una prótesis de cadera, se vuelve necesario.

Que hacer si se tiene desgaste de cadera

¿Qué restricciones se realizan dependiendo del tipo de desgaste de cadera?

Las restricciones físicas que se implementan en el caso del desgaste de cadera dependen tanto del grado de daño en la articulación como del tipo de actividad que realiza cada persona. A medida que el desgaste avanza, los arcos de movilidad de la cadera se ven comprometidos y es necesario limitar ciertos movimientos para evitar agravar la condición. 

En una etapa inicial, cuando el desgaste es leve, las restricciones son mínimas y se enfocan en evitar actividades de alto impacto, como correr o saltar, que podrían acelerar el deterioro del cartílago. Sin embargo, las personas aún pueden mantener una movilidad funcional con ejercicios de bajo impacto que ayuden a fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad sin poner en riesgo la articulación.

Cuando el desgaste progresa a una fase moderada, las restricciones aumentan. Aquí es necesario evitar movimientos repetitivos de flexión y extensión de la cadera, así como actividades que demanden una carga excesiva sobre la articulación, como estar mucho tiempo de pie o caminar largas distancias. La reducción de la intensidad de las actividades físicas se vuelve crucial, y los ejercicios de fortalecimiento deben ser controlados, enfocándose en mantener la movilidad dentro de límites seguros.

En etapas más avanzadas, las restricciones son más severas, ya que la movilidad está notablemente reducida. Movimientos amplios o bruscos deben evitarse por completo, y la persona debe limitar su actividad diaria, incluyendo el uso de escaleras o posiciones que generen sobrecarga en la cadera. 

A medida que el desgaste llega a su fase más crítica, las limitaciones físicas son máximas, y las actividades que implican cargar peso o realizar movimientos amplios de la cadera deben evitarse por completo. En estos casos, las restricciones no solo buscan proteger la articulación, sino que también preparan al paciente para posibles tratamientos quirúrgicos, como el reemplazo de cadera.

¿Qué tratamientos se utilizan si se tiene desgaste de cadera?

El tratamiento para el desgaste de cadera depende en gran medida del nivel de avance de la artrosis y de los síntomas que presente cada paciente. En los casos más leves, el enfoque suele ser conservador, con la implementación de fisioterapia y ejercicios que buscan fortalecer los músculos alrededor de la cadera para mejorar la estabilidad y reducir el dolor. Además, el uso de analgésicos o antiinflamatorios es común para controlar las molestias, junto con la recomendación de evitar actividades que puedan sobrecargar la articulación, como correr o levantar peso. También se puede recurrir al uso de dispositivos ortopédicos, como bastones o andadores, para reducir la carga sobre la cadera afectada.

Cuando el desgaste es moderado, las inyecciones de ácido hialurónico o corticosteroides en la articulación pueden ofrecer alivio temporal al reducir la inflamación y mejorar la movilidad. Estas inyecciones no regeneran el cartílago perdido, pero ayudan a reducir los síntomas. En estos casos, también es fundamental seguir un programa de rehabilitación supervisado para mantener la movilidad y evitar el progreso del desgaste.

En los casos más avanzados, cuando el cartílago se ha deteriorado significativamente, la opción más definitiva es la colocación de una prótesis de cadera. Este procedimiento quirúrgico implica reemplazar la articulación dañada por una artificial, lo que permite restaurar la función y aliviar el dolor de forma duradera. La prótesis es el tratamiento ideal para personas con artrosis avanzada, en quienes otras medidas no han sido efectivas.

Para obtener un diagnóstico adecuado y conocer el tratamiento más indicado según tu caso, puedes agendar una cita con el doctor Mariano, el mejor traumatólogo ortopedista del valle de McAllen, que tiene su consultorio en Reynosa. Contáctanos a través de nuestra página web o redes sociales para más información.

Que hacer si se tiene desgaste de cadera

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