¿Qué es una luxación acromioclavicular?
Entre los miedos que todos podemos tener está el de una luxación. Pero su comprensión nos ayudará a valorar la resistencia que, realmente, tienen nuestras articulaciones. Por eso aquí te hablaremos de las luxaciones acromioclaviculares.
¿Qué es una luxación acromioclavicular?
Ésta ocurre cuando los huesos que componen la articulación entre el acromion, el cual es parte del omóplato, y la clavícula, llegan a separarse o a perder su alineación natural. Y es que aunque esta articulación es pequeña, juega un papel importante en los movimientos del hombro, al actuar como un punto de conexión que brinda estabilidad y movimiento al hombro.
En el momento que una luxación ocurre, los ligamentos que mantienen a la articulación llegan a romperse o a estirarla, lo cuál provoca que los huesos pierdan su posición original. Dicho cambio en la estructura es lo que puede llegar a sentirse como un “bultito” en la parte superior del hombro, que es uno de los síntomas más comunes de dicha lesión.
La luxación acromioclavicular limita la capacidad de mover el brazo con comodidad. Es posible que incluso tareas cotidianas como alcanzar algo en un estante alto, levantar objetos pesados, o participar en actividades deportivas lleguen a volverse un desafío. Aunque llega a ser una lesión dolorosa, es muy común y suele diagnosticarse de manera rápida con una evaluación física y estudios de imagen.
Usualmente dicho tipo de lesión ocurre después de que hay un golpe directo al hombro, o en el caso de una caída fuerte que impacte dicha zona. Ambas son situaciones bastante comunes en deportes de contacto, como pueden ser el rugby o fútbol americano; o incluso en actividades como el ciclismo de montaña.
¿Qué tipos de luxaciones acromioclaviculares hay?
Las luxaciones acromioclaviculares llegan a tener distintos grados, de los cuales cada uno tiene características particulares que son clasificados dependiendo del nivel de separación de las partes del cuerpo. Y es que el acromion, al ser una articulación importante para la estabilidad y movilidad del hombro, puede presentar alteraciones desde leves a severas.
1. Primer grado. En este caso la separación entre clavícula y acromion es menos al 25%, por lo que se pudiera decir que es mínima. Llega a generar molestias, es cierto, pero no afecta demasiado la estructura de los ligamentos. De esta manera se convierte en una de las lesiones más manejables.
2. Segundo grado. En dichas lesiones el grado de separación es mayor al 25%, pero menor al 50%. Aquí los ligamentos tienen más tensión y puede empezar a formarse la protuberancia en la parte superior del hombro.
3. Tercer grado. Éste implica una separación mayor al 50%. En este punto, los ligamentos están significativamente comprometidos, es decir, están en riesgo, y la clavícula ya ha perdido, más evidentemente, su alineación con el hombro.
4. Cuarto grado. Representa una luxación por completo y las dos piezas están totalmente desconectadas. Esto afecta de manera grave la funcionalidad del hombro y altera, incluso, la apariencia de la zona.
Cada uno de estos grados es una muestra de cómo puede verse afectada la articulación de manera progresiva. Y sorprende la facilidad de que esta pequeña parte del cuerpo pueda tener un papel tan crucial en nuestras actividades diarias.

¿Cuál es el tratamiento de las luxaciones acrimioclaviculares?
Esto depende de tres factores:
1. El grado de la lesión.
2. El tiempo que transcurrió desde ocurrida la lesión.
3. El estilo de vida del paciente.
En casos de primer grado con personas que no realizan mucha actividad física, es fácil utilizar un manejo conservador. Éste es un arnés en forma de 8, el cuál se utiliza para inmovilizar la clavícula. Dicho enfoque permite a los ligamentos repararse sin necesidad de cirugía, y es ideal para quienes no exigen mucho a sus hombros en el día a día.
Por otro lado, si se trata de un paciente joven, que practica deporte o alguna actividad física que requiere mucha movilidad del hombro, empieza a cambiar el panorama de los tratamientos. En dichos casos, cualquiera de los primeros tipos de luxaciones necesita una reducción anatómica que restablezca la clavícula en el acromion. Para hacer esto, se necesita un sistema de fijación al que se conoce como “dog bone”, y que consiste en perforar la clavícula y la coracoides para introducir un doble botón que fija ambas estructuras con la ayuda de un cordón. Dicho sistema estabiliza la articulación, evitando más luxaciones.
En caso de que la luxación no sea reciente y se le ha permitido evolucionar por semanas o meses, hay que reconstruir los ligamentos dañados. Esto porque los ligamentos no cicatrizan con el paso del tiempo. En caso de lograrlo hay que utilizar injertos que reemplacen los ligamentos coracoclaviculares y los coracoacromiales.
Dichos injertos se posicionar de manera estratégica entre la coracoides y la clavícula, a lo que se añade un sistema de fijación que asegura que la reconstrucción sea funcional y que dure mucho tiempo. Dicho enfoque garantiza que el hombro recupere su movimiento y estabilidad.
El doctor Mariano Virgen te ayuda con tus luxaciones acrimioclaviculares
El doctor Mariano Virgen, experto en traumatología, está a tu servicio para ayudarte con tus luxaciones acromioclaviculares y devolverte la calidad de movimiento que mereces. Esto en su consultorio de Reynosa, Tamaulipas.
El doctor Virgen tiene una trayectoria reconocida en el tratamiento de lesiones en las articulaciones. En estos casos, el doctor evalúa cada caso de manera personalizada para determinar cuál será el tratamiento más adecuado. En caso de que la lesión sea reciente y de grado bajo, utilizará un enfoque conservador que permitirá la recuperación sin necesidad de cirugía.
En caso de que la lesión sea en una persona con mucha actividad física, especialmente un deportista, evaluará las formas en que se realice una fijación de última generación que cumpla con las necesidades del procedimiento.
Y, finalmente, en casos donde la lesión ha evolucionado, el doctor Mariano Virgen realiza reconstrucciones completas de los ligamentos que se han dañado con injertos cuidadosamente colocados. Esto es ideal para quienes buscan una solución definitiva a una lesión que limita su movilidad.
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