Ortopedista infantil: ¿qué hace y qué no hace?

Ortopedista infantil: ¿qué hace y qué no hace?

Un ortopedista infantil puede ser un especialista que te ayude a tratar médicamente a tu hijo. Pero, ¿qué es lo que hace, y qué no hace? Aquí te hablaremos de este especialista médico para que sepas, a detalle, cuándo consultar uno con toda confianza. ¡Así que adéntrate en el mundo de la ortopedia infantil!

¿Qué es la ortopedia para niños?

Ésta es una rama especializada de la medicina que se centra en el diagnóstico, tratamiento y prevención de las condiciones musculoesqueléticas. Esto en el caso de niños y de adolescentes. 

Su objetivo principal es abordar problemas relacionados con el sistema musculoesquelético durante las etapas de crecimiento temprano y desarrollo. Estos médicos están especialmente capacitados para tratar una amplia gama de afecciones como deformidades congénitas, como pie equinovaro, o displasia de cadera.

Una de sus características distintivas es su enfoque multidisciplinario. Los ortopedistas pediátricos trabajan en estrecha colaboración con otros especialistas, como fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, médicos rehabilitadores y cirujanos plásticos. Con esto proporcionan un cuidado completo y personalizado a cada niño.

El tratamiento puede variar desde medidas conservadoras, como terapia física, dispositivos ortopédicos y medicamentos, hasta intervenciones quirúrgicas, como correcciones de deformidades o reparación de lesiones graves. El objetivo es mejorar la función, reducir el dolor y promover el desarrollo saludable del sistema musculoesquelético en niños y adolescentes.

Además del tratamiento de afecciones musculoesqueléticas, los ortopedistas pediátricos también desempeñan un papel importante en la prevención y educación. Proporcionan orientación sobre postura adecuada, ejercicios de fortalecimiento, técnicas de prevención de lesiones deportivas y consejos sobre el manejo de condiciones ortopédicas específicas.

¿Cuánto dura el tratamiento de ortopedia infantil?

La duración del tratamiento de ortopedia infantil puede variar considerablemente dependiendo de varios factores, incluyendo la gravedad de la afección, la edad del niño, la respuesta al tratamiento y la presencia de condiciones médicas subyacentes. 

Es importante entender que cada caso es único y requiere un enfoque individualizado por parte del equipo médico. En algunos casos, si se trata de afecciones leves que responden bien a medidas conservadoras el tratamiento puede ser sencillo. Dichos tratamientos pueden ser efectivos en un período relativamente corto de tiempo y pueden ayudar a corregir la afección o mejorar los síntomas en poco tiempo.

Sin embargo, en otros casos más complejos o graves, el tratamiento de ortopedia infantil puede requerir un enfoque a largo plazo y continuo. Por ejemplo, en deformidades congénitas o trastornos del desarrollo del hueso y las articulaciones puede ser necesario un tratamiento prolongado que incluya múltiples intervenciones quirúrgicas, terapia física a largo plazo y seguimiento regular con el ortopedista pediátrico.

Además, es importante tener en cuenta que el tratamiento de ortopedia infantil puede implicar diferentes etapas o fases, cada una con sus propios objetivos y duración. Por ejemplo, en el caso de una lesión deportiva grave, el tratamiento inicial puede centrarse en la estabilización y el control del dolor, seguido de rehabilitación y terapia física para restaurar la función y prevenir futuras lesiones.

Ortopedista infantil: ¿qué hace y qué no hace?

5 cosas que hace un ortopedista infantil

  1. Diagnóstico: Una de las funciones principales del ortopedista infantil es diagnosticar afecciones musculoesqueléticas en niños y adolescentes. Esto implica realizar evaluaciones físicas exhaustivas, revisar el historial médico del paciente, y, en algunos casos, ordenar pruebas de diagnóstico por imágenes, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, para obtener un diagnóstico preciso.
  2. Tratamiento: El ortopedista infantil desarrolla un plan de tratamiento individualizado, el cual puede incluir medicamentos, terapia física, dispositivos ortopédicos, o en casos más graves, intervenciones quirúrgicas.
  3. Seguimiento: El ortopedista infantil realiza un seguimiento continuo de la progresión del tratamiento y la evolución de la condición del paciente. Esto implica evaluar el progreso, y brindar apoyo continuo al paciente, y a su familia, a lo largo de la recuperación.
  4. Educación: Los ortopedistas pediátricos también desempeñan un papel importante en la educación de los pacientes y sus familias sobre la afección musculoesquelética específica, el tratamiento recomendado y las medidas preventivas para evitar futuras lesiones. Esto puede incluir proporcionar información sobre ejercicios de rehabilitación, técnicas de prevención de lesiones y cuidado adecuado de dispositivos ortopédicos.
  5. Coordinación del cuidado: En muchos casos, el tratamiento de afecciones musculoesqueléticas en niños y adolescentes requiere la colaboración de múltiples especialistas médicos y profesionales de la salud. El ortopedista infantil juega un papel clave en coordinar el cuidado del paciente, trabajando en estrecha colaboración con otros médicos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y especialistas en rehabilitación para garantizar un enfoque integral y efectivo para el tratamiento.

5 cosas que no hace un ortopedista infantil

1.  Diagnóstico de enfermedades no relacionadas con el sistema musculoesquelético: Aunque los ortopedistas infantiles son expertos en tratar problemas relacionados con los huesos, músculos y articulaciones, generalmente no se encargan de diagnosticar o tratar enfermedades que afectan otros sistemas del cuerpo, como enfermedades cardíacas o respiratorias.

2.  Realización de cirugías no relacionadas con la ortopedia: Aunque los ortopedistas pediátricos están capacitados para realizar una variedad de procedimientos quirúrgicos relacionados con el sistema musculoesquelético, no llevan a cabo cirugías en otras áreas del cuerpo, como cirugías cardíacas o abdominales.

3.  Proporcionar atención médica primaria: Si bien los ortopedistas infantiles pueden tratar una amplia gama de afecciones musculoesqueléticas, por lo general no brindan atención médica primaria, como chequeos de rutina, vacunas o tratamiento de enfermedades comunes como resfriados o infecciones virales.

4.  Ofrecer servicios de salud mental: Aunque el bienestar emocional y psicológico de los pacientes es importante en cualquier ámbito médico, los ortopedistas infantiles generalmente no están capacitados para ofrecer servicios de salud mental, como terapia o consejería psicológica. En cambio, pueden referir a los pacientes a especialistas en salud mental cuando sea necesario.

5.  Realizar procedimientos dentales u oftalmológicos: Aunque el sistema musculoesquelético está estrechamente relacionado con otras áreas del cuerpo, como la boca y los ojos, los ortopedistas pediátricos realizan procedimientos dentales, como extracciones de dientes, ni intervenciones oftalmológicas, como cirugías de cataratas. Estos tipos de procedimientos son realizados por dentistas y oftalmólogos especializados en esas áreas específicas del cuerpo.

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Ortopedista infantil: ¿qué hace y qué no hace?

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