¿Qué tan grave es una lesión de ligamento cruzado?
En ocasiones estamos practicando algún deporte, o simplemente haciendo ejercicio, y nos lastimamos sin sentir gran dolor en la rodilla. Y seguimos con nuestra vida con la molestia, pero creyendo que ésta, eventualmente, va a desaparecer. Pero sólo continúa empeorando. Es posible que en esos casos se esté viviendo una lesión de ligamento cruzado; aquí te hablaremos más de esa afección y te diremos qué tan grave es.
¿Qué es una lesión de ligamento cruzado roto?
La lesión de ligamento cruzado es un esguince o desgarro que se da en los ligamentos que forman parte de la rodilla. El ligamento mencionado es una de las dos bandas que cruzan la rodilla y que conectan al fémur con la tibia. Su principal función es estabilizar la rodilla.
Una lesión de este ligamento puede ser de una de dos maneras:
- Parcial. En la que sólo una parte del ligamento se lastima
- Completa. El ligamento se parte en dos pedazos o se separa por completo del cuerpo.
Este tipo de lesiones ocurren por reducir la velocidad y cambiar de dirección de manera repentina al estar corriendo; o al detenerse de manera repentina. Al girar con el pie firmemente apoyado. O al aterrizar mal después de un salto. Finalmente, también por recibir un golpe directo en la rodilla.
Algunos síntomas son un ruido de “estallido”, la presencia de hinchazón con dolor, sensación de que la rodilla cede, se pierde el rango de movimiento y malestar al caminar.

¿Cuánto tiempo puedes estar con el ligamento cruzado roto?
El tiempo que puedes vivir con un ligamento cruzado anterior roto depende de muchos factores. Pero lo importante es entender qué consecuencias puede acarrear no tratar esta lesión.
Aunque dicha lesión no representa un riesgo inmediato para la vida, el tener el ligamento roto implica tener inestabilidad en la rodilla lo que puede afectar a tu vida cotidiana a largo plazo. Al no tener soporte adecuado, la rodilla se vuelve vulnerable a desgastarse progresivamente. Esta inestabilidad genera que el cartílago se afecte de forma irreversible, lo que desarrolla grietas y sobrecargas que podemos comparar a una ciudad que vive un terremoto sin haberse recuperado de haber vivido otro terremoto.
Con el paso de los meses dicho desgaste excava el cartílago generando su pérdida total. Dependiendo de la lesión y del tiempo que transcurra sin tratar puede tenerse una rodilla con el desgaste equivalente al de una persona adulta mayor, en un tiempo de 5 a 10 años.
Además de dicho deterioro, es muy normal que ocurran otras rupturas en el menisco. Esto puede aumentar el dolor e incluso limitar la funcionalidad de la articulación. En muchas ocasiones las soluciones para disminuir el dolor –como pueden ser infiltraciones de esteroides, ozono o bloqueos nerviosos– solo ocultan el problema pero no detienen que el daño continúe avanzando.
Es por eso que aunque puedes vivir con un ligamento cruzado durante muchos años, el no tratarlo compromete la salud de tu rodilla. Lo mejor es que busques atención especializada que repare la lesión, con lo que te ahorras complicaciones a largo plazo. Y es que abordar el problema de raíz te devolverá la estabilidad y la calidad de vida, mientras protege la integridad de tu rodilla en el futuro.
¿Qué tan grave es una lesión de ligamento cruzado?
La lesión del ligamento cruzado anterior es un problema más grave de lo que pudiera creerse.
Aunque la ruptura aislada del ligamento puede no generar dolor por sí misma, en muchos casos, sí causa inestabilidad en la rodilla, lo que se puede traducir en que hay una sensación de debilidad o de que la articulación se “sale” al caminar o hacer movimientos bruscos. Esto, con el paso del tiempo, genera un desgaste prematuro que afecta tanto al cartílago como al menisco, lo que con el paso del tiempo, como ya explicamos, sí deviene dolor y pérdida de funcionalidad.
Y es que en ese punto hay que entender algo: el desgaste del cartílago es irreversible y muy difícil de tratar. Aunque existen opciones como micro perforaciones, trasplantes de cartílago, uso de radiofrecuencia o de mallas, estos procedimientos reparan el daño que ya se generó y no regeneran cartílago nuevo. Contrario a lo que erróneamente se promociona en algunos tratamientos de medicina regenerativa.
Por otro lado, el daño que se presenta en el menisco también necesita una atención especializada y compleja. Para tratarlo se tienen que realizar procedimientos quirúrgicos que reparen o retiren las partes dañadas del menisco, según la magnitud en la que se encuentre la lesión.
La realidad es que estas soluciones son técnicas avanzadas que alivian los síntomas y mejoran la calidad de vida, pero ninguna revierte el daño que se causó por el descuido inicial. Es por ello que es vital atender una ruptura de ligamento cruzado en los tiempos correctos.
Por tanto, es importante buscar a un especialista que se preocupe en abordar la raíz del problema, en lugar de preocuparse en disminuir el dolor. Esto puede marcar la diferencia entre conservar la funcionalidad de la rodilla o enfrentar un desgaste severo que limite tu vida diaria.
El Dr. Mariano Virgen es tu traumatólogo para ligamento cruzado
El Dr. Mariano Virgen es el mejor traumatólogo de la ciudad de Reynosa, Tamaulipas. Es reconocido por su certificación por el Consejo Mexicano de Ortopedia y Traumatología A.C.
El lema del Dr. Mariano Virgen es que no trata el dolor, sino que trata la causa del dolor. Es decir, cuando llegas al consultorio del Dr. Mariano Virgen no pasará directo a encontrar una manera de disminuir tu dolor, que le pagues y regreses a tu vida, a continuar lastimando tu rodilla.
Al contrario, el Dr. Mariano Virgen te hará una serie de preguntas para conocer tu historial médico de manera que empiece a entender qué estás viviendo. Luego hará una exploración física y, si es necesario, te mandará a hacer pruebas de laboratorio para confirmar sus sospechas. Es entonces que te brindará un diagnóstico y te dará un tratamiento para solucionar el problema.
Pero para esto se habrá ido a la raíz del problema. Así que si deseas agendar una cita con el Dr. Mariano Virgen escríbenos a través de nuestras redes sociales o de nuestra página web. ¡Y cura la raíz del dolor!
