¿Cuál es la formación de un traumatólogo ortopedista?
Para nosotros, los profesionales de la medicina, son muy importantes los estudios especializados. De esta manera podemos enfocarnos en un área de la medicina para volvernos expertos en ella. Así brindamos un mejor servicio a nuestros pacientes. Por eso ahora te hablaré sobre cuál es, en nuestro país, la formación educativa que vive un médico para especializarse como un traumatólogo ortopedista.
¿Qué es un traumatólogo ortopedista?
Los traumatólogos somos un grupo de médicos especializados en el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de lesiones y traumas que llegan a afectar al sistema musculoesquelético. Nuestra principal misión es restaurar la funcionalidad y movilidad del paciente tras eventos que han generado heridas en sus brazos, piernas o articulaciones. Esto puede realizarse mediante intervenciones quirúrgicas o tratamientos no invasivos.
Nuestra profesión suele abordar una amplia variedad de condiciones, desde lesiones deportivas hasta lesiones del día a día. Para esto utilizamos técnicas avanzadas de diagnóstico, las cuales evalúan la extensión y la naturaleza de las afecciones. Basándose en dichos diagnósticos, elaboramos planes de tratamiento individualizados.
Para situaciones o lesiones que requieren cirugía utilizamos nuestra destreza quirúrgica para corregir, reemplazar articulaciones, deformidades y reparar lesiones. También hacemos planeaciones de tratamiento que incluyen terapias físicas, medicamentos y programas de rehabilitación.
Nuestra labor también se ocupa de enfermedades crónicas y condiciones que afectan la movilidad a largo plazo. En este aspecto, trabajan en estrecha colaboración con otros profesionales de la salud, como fisioterapeutas y reumatólogos.
¿Qué tengo que hacer para estudiar traumatología?
En primer lugar, para obtener esta especialidad es esencial que complementamos una licenciatura en medicina. Esto implica cursar asignaturas como anatomía, fisiología, bioquímica y patología.
Después de obtener el título, el siguiente paso es que realicemos una residencia en traumatología ortopédica, la cual generalmente tiene una duración de cinco años. Durante ésta participamos en procedimientos quirúrgicos y recibimos formación en el manejo de pacientes traumatizados, fracturas, lesiones deportivas y enfermedades degenerativas.
Esta formación incluye rotaciones en diferentes áreas de traumatología como la cirugía de columna, la cirugía de mano, la artroscopia y la traumatología pediátrica. Como residentes también tenemos la oportunidad de trabajar en entornos clínicos y quirúrgicos, ganando experiencia práctica y desarrollando la destreza necesaria para abordar diversas situaciones.
Además de la formación en el hospital es fundamental que, a posteriori, nos mantengamos actualizados con los avances médicos y científicos en el campo de la traumatología. Participar en conferencias, seminarios y cursos de educación continua contribuye a expandir nuestro conocimiento y habilidades a lo largo de nuestra carrera.
Una vez completada la residencia, muchos profesionales eligen realizar una especialización adicional a través de una beca en áreas específicas de traumatología, como la cirugía de la mano o la artroplastia. La continua búsqueda de conocimiento y la participación en actividades de investigación también son cruciales para estar actualizados en el campo.
¿Qué hay que estudiar para ser ortopedista?
La carrera de ortopedista tiene un camino similar. Es esencial que iniciemos con una licenciatura en medicina, cursando materias fundamentales como anatomía, fisiología y patología.
Este período académico establece los conocimientos médicos necesarios para que los especialistas comprendamos el funcionamiento del cuerpo humano y sentemos las bases para especializarnos en ortopedia.
Posteriormente, el siguiente paso consiste en ingresar a una residencia en ortopedia, que generalmente abarca cinco años. Durante este período, nos sumergimos en el estudio y práctica de la ortopedia, obteniendo conocimientos especializados en el diagnóstico y tratamiento de trastornos.
De la misma manera, debemos participar activamente en procedimientos quirúrgicos para acumular experiencia clínica en diversas áreas ortopédicas, como cirugía de columna, cirugía de mano y artroscopia.
A lo largo de esta formación práctica es fundamental que los médicos nos mantengamos al tanto de la investigación y los avances en el campo de la ortopedia. Para esto podemos participar en actividades académicas, asistir a conferencias y contribuir a publicaciones científicas, los cuales son aspectos clave para el desarrollo continuo de conocimientos y habilidades.
Algunos profesionales optan por especializarse a través de fellowships o becas, enfocándose en áreas específicas como la cirugía de la mano, la cirugía de rodilla o la cirugía de pie y tobillo.
Una vez completada la residencia y, en ocasiones, la subespecialización, los ortopedistas continuamos el proceso de aprendizaje a lo largo de toda nuestra carrera.
¿Cuáles son los beneficios de volverse un traumatólogo ortopedista?
Volverse un traumatólogo ortopedista conlleva una serie de beneficios y razones que podrían hacer que sea una elección convincente para cualquier médico.
- La ortopedia y traumatología ofrecen un campo diverso y desafiante, abordando una amplia gama de afecciones musculoesqueléticas, desde fracturas y lesiones deportivas hasta enfermedades degenerativas. Esta diversidad de afecciones nos brinda la oportunidad de enfrentarnos a casos clínicos variados, lo que contribuye a un enriquecimiento continuo de nuestra experiencia médica.
- La traumatología ortopédica nos permite combinar tanto habilidades quirúrgicas como no quirúrgicas en nuestra práctica diaria. Desde intervenciones quirúrgicas para corregir fracturas hasta el diseño de programas de rehabilitación, los traumatólogos ortopedistas participan activamente en el proceso de atención completo para garantizar la recuperación y la mejora de la calidad de vida de los pacientes.
- La demanda constante de servicios ortopédistas también hace que esta especialidad sea atractiva desde el punto de vista profesional y laboral. Las lesiones musculoesqueléticas son comunes en la sociedad, y los traumatólogos ortopedistas desempeñamos un papel crucial en la atención de estos casos. Esta alta demanda se traduce en oportunidades laborales estables y la posibilidad de establecer prácticas privadas exitosas.
- La constante evolución de la tecnología y las técnicas médicas en el campo de la ortopedia proporciona a los traumatólogos ortopedistas la oportunidad de mantenerse al tanto de los avances y participar en investigaciones innovadoras.
Estudiar para convertirse en un traumatólogo ortopedista nos ofrece una amplia variedad de desafíos y experiencias clínicas, así como también nos brinda estabilidad laboral, la oportunidad de combinar habilidades quirúrgicas y no quirúrgicas, y la posibilidad de contribuir a avances médicos significativos en el campo de la ortopedia.
En nuestro caso, el doctor Mariano de Jesús Virgen es Médico Cirujano por la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) en 2007 y completó su internado de pregrado en el Hospital General de Culiacán en 2006, y su servicio social un año después.
Como se interesaba también en la ortopedia, realizó su residencia médica en la Unidad Médica de Alta Especialidad Hospital de Traumatología y Ortopedia del Instituto Mexicano del Seguro Social en 2013, donde obtuvo su título de Especialista Médico avalado por la Universidad de Monterrey.
Si te interesan nuestros servicios puedes contactarnos a través de nuestras redes sociales o de nuestra página web. ¡Prepárate para sanar de lesiones que aún generan molestia!