¿Cómo se cura el Pinzamiento Subacromial?

El pinzamiento subacromial es una condición en la que se reduce el espacio entre el acromion, que es parte del hueso del omóplato y el manguito rotador, lo que puede provocar dolor y limitar el movimiento del hombro. Pero, ¿cómo curarlo? Aquí te lo explicaremos más a fondo.

¿Qué provoca el pinzamiento subacromial?

Sus causas pueden ser diversas, pero a menudo están relacionadas con el uso repetitivo del brazo por encima del nivel del hombro, como cuando se realizan tareas de jardinería o deportes como el tenis. Este uso puede llevar a la inflamación de los tendones o la bursa, un pequeño saco lleno de líquido que reduce la fricción entre el tendón y el hueso.

Una mala postura, especialmente si se inclina hacia adelante con los hombros encorvados, puede aumentar el riesgo de pinzamiento. Con el tiempo, el espacio donde se mueven los tendones se vuelve más estrecho, y cualquier inflamación agrava el problema. Los cambios en la estructura del hueso, como la formación de espolones, también pueden contribuir al pinzamiento, ya que estas proyecciones óseas adicionales ocupan espacio y presionan los tendones.

¿Qué pasa si no se trata médicamente un pinzamiento?

Si un pinzamiento no se trata es como dejar una puerta abierta a problemas más serios. Al principio, puede ser un dolor ligero o una molestia ocasional en el hombro, algo que puedes pensar que desaparecerá con el tiempo.

Pero el pinzamiento no se queda quieto; tiende a empeorar. Con el tiempo, la inflamación en los tendones y la bursa, el pequeño saco lleno de líquido que ayuda a reducir la fricción, se vuelve más severa.

Si continúas usando el hombro a pesar del dolor, corres el riesgo de agravar el daño en los tendones del manguito rotador, lo que puede conducir a desgarros. Estos desgarros también pueden limitar seriamente tu rango de movimiento. A medida que la inflamación empeora, las actividades cotidianas como vestirte, peinarte o incluso dormir se vuelven más difíciles y dolorosas. El dolor puede llegar a ser constante no sólo al mover el hombro, sino también en reposo, afectando tu calidad de vida.

Si la condición no se trata, el hombro puede volverse cada vez más rígido, lo que puede derivar en una condición conocida como “hombro congelado.” Esto es cuando el hombro pierde casi toda su movilidad, y cada intento de moverlo es extremadamente doloroso.

Curar el pinzamiento subacromial implica una combinación de tratamiento médico, fisioterapia y cambios en el estilo de vida. Aquí tienes una guía con algunos pasos clave para abordar esta condición:

Reposo y modificación de actividades: El primer paso es darle un descanso al hombro. Esto no significa inmovilizarlo completamente, pero sí evitar actividades que lo sobrecarguen, como levantar objetos pesados o movimientos repetitivos por encima de la cabeza. Cambiar la rutina para reducir el estrés en el hombro puede ayudar a disminuir la inflamación y aliviar el dolor.
Fisioterapia: La fisioterapia es fundamental para la recuperación del pinzamiento subacromial. Un fisioterapeuta te guiará a través de ejercicios que fortalecen los músculos del manguito rotador y mejoran la movilidad del hombro. También te enseñará ejercicios de estiramiento para mantener la flexibilidad y evitar que el hombro se vuelva rígido.
Medicamentos y tratamientos antiinflamatorios: Los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno, pueden ser útiles para reducir la inflamación y el dolor. En casos más graves, el médico puede recomendar inyecciones de corticosteroides, que son potentes antiinflamatorios que se aplican directamente en el área afectada para aliviar el dolor y reducir la hinchazón.
Cambios en la postura y ergonomía: Mantener una buena postura es crucial para evitar el estrés adicional en el hombro. Sentarse derecho, con los hombros hacia atrás, y evitar encorvarse puede ayudar a mantener el espacio subacromial. También es importante ajustar el entorno de trabajo para minimizar la necesidad de movimientos que puedan exacerbar el pinzamiento.
Intervención quirúrgica: En casos donde el dolor y la limitación de movimiento persisten a pesar del tratamiento conservador, la cirugía puede ser necesaria. Una opción común es la artroscopia, donde se usa un pequeño instrumento para remover tejido inflamado o espolones óseos que estén causando el pinzamiento.

¿Cuándo se opera un pinzamiento?

La decisión de operar un pinzamiento subacromial no se toma a la ligera. En general, los médicos prefieren intentar primero métodos para aliviar el dolor y mejorar la movilidad del hombro; sin embargo, llega un punto en el que la cirugía puede ser la mejor opción para resolver el problema.

Este punto generalmente se alcanza cuando los otros tratamientos no logran aliviar el dolor ni mejorar el rango de movimiento. Otra situación en la que se considera la cirugía es cuando los estudios de imagen, como radiografías o resonancias magnéticas, muestran un daño estructural significativo en el hombro. Si hay espolones óseos que están ejerciendo presión sobre los tendones del manguito rotador o la bursa, la cirugía puede ser necesaria para eliminar esos obstáculos y abrir espacio para el movimiento normal del hombro.

También, si se detectan desgarros en los tendones del manguito rotador o en el labrum, que es el tejido que estabiliza la articulación del hombro, la cirugía puede ser la única manera de repararlos.

El tipo de cirugía que se realiza para un pinzamiento subacromial suele ser la artroscopia, una técnica mínimamente invasiva en la que el cirujano utiliza instrumentos pequeños y cámaras para acceder al interior del hombro a través de pequeñas incisiones.

En resumen, la cirugía se considera cuando otras opciones han fallado o cuando hay evidencia clara de daño estructural en el hombro. Antes de llegar a esta etapa, es esencial trabajar con médicos y fisioterapeutas para explorar todas las alternativas posibles y decidir el mejor enfoque para cada caso particular.

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